Monday, April 03, 2006

Sobre el progreso



Los positivistas pueden afirmar que actualmente el horizonte de las telecomunicaciones ha sido sobrepasado y alcanzado una nueva dimensión, que estamos en una época en que los desarrollos tecnológicos crecen exponencialmente, que en 30 años las máquinas podrán procesar el mismo número de operaciones que hace el cerebro humano cada segundo, que en 40 años cada máquina procesará el mismo número de operaciones que resulta de la suma de las que hacen los cerebros de toda la humanidad simultáneamente. Pues estas predicciones no son la trama para la próxima película de disney, de verdad, no son tan descabelladas. Si volteamos atrás, en este último lustro se han inventado más cosas que en los últimos 50 000 años de esplendor del homo sapiens. ¿Cuántos pinches siglos para descubrir el fuego, para que hoy vayas y te compres un iPod que pasado mañana vas a tirar la basura porque ya sacaron uno más cabrón, uno que hasta hecha fuego, y por favor evítate la desdicha de que alguien te vea con una mierda obsoleta de esas?

Parece lógico que al ritmo que va la cosa, suponiendo que Mr. bush no puche el botón de fire, algún día la humanidad "consuma" su capacidad cognitiva y produzca cerebros artificiales. Y los fieles a la modernidad que siempre pecan de ver las cosas con unilateralidad dirán: "Felicidades, por fin hemos superado ese peso bíblico del miedo y la obediencia. Primero dominamos a la naturaleza a los animales a las flores, les impusimos nuestros intereses violándola enjaulándolos cortándolas, nos los chingamos. Ahora hemos torcido al barbón. Tenemos el poder y la voluntad. El fin de la historia."

¿El fin de la hitoria? ...y una mierda. ¿Qué pedo, que no se acuerdan que Copérnico dijo que la Tierra gira alrededor del sol y no al revés? El esplendor de la ciencia y no se quitan de la cabeza ese pinche antropocentrismo que me provoca ganas de vomitar sobre sus diplomas. Como si la dinámica del universo se congelara porque unos humanoides han creado una masa encefálica con cables. Como si las teleologías fueran comunes, como si fueran universales, como si la realidad concluyera en ese punto. Esto sólo se justifica en el desencanto del mundo, en una capa virtual que envuelve a lo natural. A fin de cuentas el crimen perpetrado a la otredad del que habla Baudrillaurd.

Además de creerse esas pendejadas andan parloteando que el progreso y la chingada. O sea, el progreso últimamente se justifica por los fines (y eso suponiendo que se haya concebido un fin previo a la invención), lo cual conlleva no sólo a que haya un reparto desigual del conocimiento y las técnicas o de que se mantengan las relaciones de producción y reproducción dentro de ese proceso, sino que consume salvagemente los recursos y los supedita a deseos e intereses particulares. Estos nos pone en la madre a todos, no hace falta decirlo. El progreso va en detrimento general cada vez más y más, una victoria a cambio de tres derrotas. Su avance es tan precipitado que se acerca al límite sin tiempo de frenar. Un progreso al precipicio como canta Mal Vasallo: "Ya el mundo no soporta más, hemos triunfado sobre él. Y nuestra triste humanidad, camino va hacia la muerte."

No sé, si el progreso es el exterminio y la ambición por el poder es la razón que muve todo, antés de acabar con más especies y ecosistemas podríamos recapitular sobre el papel de la televisión, el medio de las masas por excelencia. Recuerden que la tele tiene más de cien años de vida y todavía sobrevive entre las innovaciones cotidianas, si no está cada vez más presente. A lo que voy: si hablamos de exterminio, además de acabar con los conos y bastones de tus ojitos, ya no hablemos de las neuronas cada vez que te crees las mamadas que andan diciendo Adela o el nazi de Alatorre, la televisión es un exterminio masivo de individualidad, actividad e imaginación. Sólo genera alienación; si hablamos de ambición de poder, no hay de qué preocuparse, existen los controles remotos. No por nada se llaman así, controles. En España le dicen el mando. Claro, la gente puede satisfacer sus deseos de poder con un control remoto en la mano. Tiene el poder de decidir qué ver, si a Pati Chapoy o La Oreja. Ojalá y en ese caso mejor le pasen al 11 o al 22. Pero si prefieren seguir viendo el resto de programación chatarra (el 91% de la programación, según mi estimación) de menos los hombres de ciencia no van a andar experimentando con roedores y gatos para satisfacerte con un nuevo salto tecnológico. Que sea así, o bien, si tenemos la intención de cambier esta situación, si queremos en verdad hacer un progreso y plantarnos contra ese otro progreso que prevalece, podemos empezar dándole de patadas a la pantalla de nuestras televisiones hasta que revienten.

3 Maldiciones:

At 5:47 PM, Blogger El de-compuesto said...

Quisiera hacer algùn tipo de comentario inteligente pero, desafortunadamente, sigo demasiado consternado pues Cauhtèmoc Blanco no fue convocado a la Selecciòn Nacional. ¡Uhhhhhhhh!

 
At 5:50 PM, Blogger El de-compuesto said...

Bueno, de hecho, sabes, ahora con la ley televisa, ya ni podremos cambiarle al 11 o al 22, pues ahora habrà màs canales de esos hijueputas de Azcárraga y Salinas Pliego que para ellos fueron gratis y podràn terminar de tronar a las televisoras culturales. Ahora sí que Azcárraga, Adal Ramones y Lopez Dóriga serán nuestros referentes culturales por excelencia.

 
At 6:43 PM, Anonymous Anonymous said...

Gran parte de la humanidad esta jugando con fuego. No falta mucho para el final, vamos directo a el.

 

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