El pacto, tratado, juramento o como le llamen
Una disculpa a mis 3 lectores cautivos y a la pandilla de pobres diablos que llegan a este blog por error. Sé que a veces soy desconsiderado, que no pienso que por ahí hay quienes cada vez que malgastan el tiempo en la red se toman la molestia de revisar a ver si ya me vino en gana escribir alguna huevada, que tarde que temprano me van a mandar a la mierda y olvidar para toda la eternidad con el resto de fracasados sin nombre. ¡Clemencia, humanos compasivos!, prometo autoflagelarme en la búsqueda de fenómenos repugnantes de la posmodernidad; escribir luego críticas flamígeras que, simultáneamente, delineen sonrisas cáusticas en los cómplices e inciten al harakiri a los culpables.
Por cierto que ya tengo planeadas unas veinte entradas, el pedo es transcribirlas, me he vuelto un huevón despreciable. La peor excusa. En realidad mi córnea, acostumbrada al op art, es tan sensible que ya no soporta los malditos ordenadores hijos de su computadora madre. Una excusa digna de un marica. Bueno, ya va en serio: el mes de octubre del presente año estuve encarcelado porque me cacharon fumando piedra en los retretes del Congreso. Ah, ¿verdad? Chucha, esto parece el puto confesionario. La verdad es que la verdad es una perra, como ustedes recordarán. Pasemos al siguiente punto.
Bueno, les propongo esto: vamos a ver si logramos una entrada a la quincena, igual que los cheques. Después de todo, me consta que si puedo entregar puntualmente los controles de lectura para aquel maestro del medievo que no sabe un pito sobre feudalismo y que me caga la punta de los orcos, puedo hacer lo propio con mi hijastro subnormal, osease, este blog... y mis nenes de probeta, osease, los 3 lectores cautivos que mencioné al principio.
Una consideración final respecto a los fracasados anónimos, pues creo que lo que me dijo el otro día mi amigo Juan Topo viene como esfínter al dedo: “Yo respeto a los fracasados. Los respeto porque son los únicos que tienen los huevos para desaparecer y no dejar huella.”
3 Maldiciones:
Es cagado, como el ser humano muy a pesar de sus constantes errores vuelve a tropezar con la misma mierda, tu con tus comentarios de mierda y yo leyendo tu estupida mente abierta a la "tecnología de inaccesible lógica" Pero a decir verdad mi querido hijo de Slim mi condicion ya no es de "llegar a este blog por error" si no ahora es con la firme condicion de reirme un poco de ti y tus sequito de lectores cautivos que defienden tu torpeza, tu intolerencia hacia los demas y que lejos de defender "La libertad de los demas, para que verdaderamente empiezes a extender la tuya" solo hacen un tanto mas dificil cambiar la sociedad de la cual tanto te quejas, pareces candidato del PRD! jejeje! bueno Salud y Anarquia!
Dejar huella es circunstancial, no tiene nada que ver con la determinación. Desaparecer sin dejar huella es, más bien, un acto de amor.
Me gustan las personas que no aspiran a dejar huella: Me gustan los fracasados.
PD Yo no soy tu nena... ¿Por que eh? :o)
PD2 Estoy enamorada del anónimo!!!
Ya bájale de huevos al drama, Gumercio.
Oye, parece que ya ligaste con el anónimo, güey.
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